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Cómo hacer mantequilla de cacahuete cremosa y suave
El olor de los cacahuetes recién tostados que sale de la cocina es uno de los placeres más sencillos de mi mundo culinario. He pasado incontables horas practicando y perfeccionando esta receta casera, que siempre ha merecido la pena, ya que el resultado final es una mantequilla de cacahuete rica, sana y muy cremosa. Sin aditivos ni azúcares innecesarios presentes en las marcas comerciales, esta mantequilla de cacahuete casera es una alternativa más sana e igual de deliciosa.
Ingredientes
- 2 tazas De cacahuetes sin cáscara y sin sal
- 11⁄2 cdas Aceite de cacahuete (o cualquier aceite de sabor suave como el de canola)
- Una pizca de sal al gusto opcional
- 11⁄2 cdas Miel o jarabe de arce, opcional
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Procedimiento
Empieza precalentando el horno a 175°C (350°F). Esparce los cacahuetes uniformemente en una bandeja para hornear. Mantenerlos en una sola capa ayuda a que se tuesten uniformemente.
Tostar los cacahuetes en el horno precalentado durante unos 10 minutos, o hasta que estén dorados y aromáticos. Es importante vigilarlos durante este proceso porque cada horno es único y pueden quemarse rápidamente.
Una vez bien tostados, dejarlos enfriar un poco. Los cacahuetes deben estar templados, no calientes. Esto es crucial porque demasiado calor puede hacer que el aceite se separe demasiado rápido durante el proceso de mezcla afectando a la suavidad de la mantequilla.
Ahora, pasemos a la fase de licuado. Para obtener una mantequilla de cacahuete en trozos, reserve aproximadamente 1/4 de taza de cacahuetes. Pasa el resto a una batidora potente o a un robot de cocina. Procésalos durante 1 minuto y luego raspa las paredes del bol.
Seguir procesando mientras se añade lentamente el aceite. Empiece con 1 cucharada y añada más si es necesario. Los cacahuetes pasarán de ser migas a una bola seca y a una consistencia cremosa de mantequilla de cacahuete. Añada una pizca de sal y edulcorante si lo desea. Aquí es donde puede brillar su gusto personal. Puedes ajustar la cremosidad, el punto de sal y el dulzor a tu gusto. Si desea una versión crujiente, ahora es el momento de añadir los cacahuetes reservados.
La mantequilla de cacahuete casera se conserva fresca a temperatura ambiente durante dos semanas. Pero, honestamente, la mía nunca ha durado tanto tiempo, ya que parece encontrar su camino en batidos, sobre una tostada, y más a menudo que no, ¡directamente en mi boca a cucharadas!