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Croissants de turrón para Navidad
Estos croissants de turrón que se deshacen en la boca son una absoluta delicia y una de mis galletas navideñas favoritas. Esta receta se ha perfeccionado a lo largo de muchos años y se ha probado una y otra vez con gran éxito. El maravilloso sabor a turrón combinado con la fina nota de vainilla hace que estos croissants sean irresistibles y que sean los primeros en desaparecer del molde cada año.
Ingredientes
Para la masa:
- 300 g harina preparada
- 200 g mantequilla fría
- 100 g azúcar de repostería
- 2 yema de huevo
- 1 Pellizcar sal
Para el relleno:
- 200 g Turrón
Para la decoración:
- 100 g azúcar de repostería
- 2 Paquete azúcar de vainilla
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Procedimiento
Para hornear croissants de turrón, mezcle primero la harina con el azúcar glas y la sal en un cuenco. Asegúrese de pasar previamente la harina y el azúcar glas por un colador para evitar que se formen grumos.
Añadir la mantequilla fría en trozos pequeños y las yemas de huevo. Amasar todo rápidamente con las manos para formar una masa lisa. La masa no debe trabajarse durante demasiado tiempo para evitar que la mantequilla se derrita.
A continuación, coloque la masa en el frigorífico durante aproximadamente una hora para que sea más fácil trabajar con ella. El tiempo de enfriamiento garantiza que la masa se mantenga firme y no se vuelva pegajosa.
Mientras tanto, se puede cortar el turrón en daditos.
Una vez fría, divida la masa en porciones y haga bolas con los trozos de masa para darles forma de croissant. Haga un pequeño hueco en el centro de cada croissant y coloque en él un trozo de turrón. A continuación, vuelva a sellar el hueco con la masa.
Hornear los croissants a 160 grados (horno ventilado) durante unos 12 minutos hasta que adquieran un ligero color dorado. Consejo: Respete exactamente el tiempo de horneado para evitar el riesgo de que las medialunas se endurezcan demasiado.
Una vez horneados, deje enfriar ligeramente los croissants de turrón y viértalos en la mezcla de azúcar glas y azúcar vainillado. Como el azúcar glas se derrite rápidamente, los cruasanes deben estar aún templados, pero no calientes.